miércoles, 19 de octubre de 2011

Cuento de hadas

Soñaba con convertirse en una princesa de cuento.

Soñaba con vivir en un gran palacio como los que veía a diario en sus libros. A sus nueve años había leído montones de libros de literatura fantástica. Le encantaba todo el universo de castillos, dragones, princesas... y por supuesto, príncipes azules.

Quería vivir su propio cuento. Vivir en un castillo con un gran jardín de un verde brillante. Rodeada de flores, con piedras blancas que harían de camino por el vasto territorio que sería de su propiead. Tendría un gran caballo blanco. sí, eso, un caballo blanco sería ideal para una princesa como ella.

Quería despertase todos los días en un mullido colchón de plumas de oca y rodeada de rosas. Su príncipe azul siempre estaría con ella. Sería el hombre más maravilloso del mundo. Guapo, atento, cariñoso, romántico... viviría por y para ella.

Tendrían tres.. quizá cuatro hijos, que serían el terremoto de sus vidas correteando por los pasillos y llenando de alegría cada rincón de palacio.

Sería la princesa más hermosa de cuantos reinos se conociesen, sería la envidia de todas y su vida sería perfecta.


Con una sonrisa de oreja a oreja llego a casa de su abuela.

- abuela, ¿soy guapa?
- No. Del montón.


El cuento se le acabó demasiado pronto.

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