Noche de miércoles. Hoy es fiesta en toda España y yo aquí,
junto con mi compañera, de guardia. Sólo estamos dos en toda la sala. Es lo que
tienen los festivos.
Decía un antiguo sabio, que en festivo sólo trabajan las
putas y los gilipollas. Supongo que el gilipollas es el compañero que está de
baja y al que me toca cubrir. O eso quiero pensar.
He bajado a por una cocacola y una barritas de esas BIO no
se qué, para no engordar que quería mi compañera. Que todo hay que decirlo, más
que comer barritas lo que no tenía que comer son esas hamburguesas que se come
la cabrona. Que pesa cada una kilo y medio.
Total, que cuando he subido no estaba. He pensado que estaría
en el baño, la muy hipopótama. Pero cuando han pasado 45 minutos ya me ha
empezado a mosquear. Lo mismo se ha dormido, y no voy a estar yo aquí sólo
haciendo el primo con mi trabajo y el suyo.
He ido al baño a ver si daba señales, pero después de
preguntar si estaba y entrar por si le había pasado algo, no he encontrado ni
rastro. Qué cosas más raras.
He llamado a su teléfono, pero ha sonado dentro de su bolso.
Ya no tenía más maneras de localizarla más que llamando a seguridad, que poco más
y se ríen de mí por perder una compañera. Total, que me han dicho que no había
salido del edificio, y por las cámaras no veían nada.
Han pasado ya 3 horas y sigo sin noticias de mi compañera. Jamás
me había pasado nada tan extraño. Y para colmo, juraría que estoy escuchando un
grillo. Se debe haber colado por la ventana o algo y me está martilleando.
O me estoy volviendo loco o estoy escuchando cada vez más grillos,
y el ruido se hace más continuo. Me estoy poniendo muy nervioso. No aguanto ese
sonido.
Creo que lo tengo debajo, y me empieza a picar todo. Voy a
levantar el falso suelo a ver lo que me encuentro, porque esto es inaguantable.
Cuando lo levanto, la visión es atroz. El cuerpo de mi
compañera está totalmente destrozado y apenas puedo reconocerla más que por la
ropa, todo cubierto por cientos, o miles de grillos, escarabajos, gusanos y un
montón de bichos más. Vomito ante lo que estoy viendo. Mi cabeza empieza a dar
vueltas y comienzo a marearme.
A duras penas, con la visión borrosa, consigo ver como se
levantan decenas de baldosas del falso suelo, saliendo de ellas oleadas de
bichos en mi dirección, a la vez que comienzan a crepitar y apagarse las luces.
Creo que ya sé lo que le pasó a mi compañera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, mortal.